20:49

EL NUEVO PUERTO DE GIJÓN



Según las noticias que han llegado a nuestros confusos y siempre estupefactos oídos de ciudadanos de a pie, el desfase en las obras del ampliación del puerto de El Musel es algo parecido a un agujero negro.

La ampliación estaba presupuestada en 579,24 millones de euros y en este momento ya estiman que ascenderá a 830,15 millones, un 43% más de lo previsto. Pero dada la poca transparencia habida hasta ahora y sin saber con exactitud qué parte de la obra está ya concluida, es de temer que cualquier otra cifra mucho más alta sea más que probable.

Estos 250,91 millones de euros por encima de lo presupuestado, encierran algo más, sin duda, que un mal cálculo o un error en el proyecto. No es ni admisible y menos sin una justificación convincente que hasta ahora no han dado, porque no la tienen.

Una obra faraónica encabezada por la enorme ambición de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), la Autoridad Portuaria de Gijón, el Gobierno Regional de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón, regido por PSOE e IU, e incluso los sindicatos CCOO y UGT cuyos intereses se desconocen en una obra con escasa creación de empleo, que ahora se ve truncada por los abrumadores sobrecostes que no tienen explicación, salvo la más evidente de todas, que es justo la que usted y yo estamos pensando…

La desviación presupuestaria parece deberse en gran parte al precio y acarreo de los áridos y piedras para relleno. Veamos ¿es que quienes se encargaron de planificar esta obra desconocen la existencia de una herramienta llamada contabilidad analítica o de costes? ¿Iniciaron, así pues, la obra, sin unos presupuestos previos y el estudio de sus posibles desviaciones?

Yo he terminado la semana pasada un Curso de Excel Avanzado para Análisis Financiero y allí me enseñaron, entre otras cosas, a ponerme siempre en tres escenarios: uno pesimista, uno medio y uno optimista, y realizar los cálculos oportunos de puesta en marcha conforme a esos tres supuestos. Aún dispongo de la hoja de cálculo-tipo para tales estudios. Les puedo pasar una copia a los señores gestores de este singular proyecto para evitar futuras desviaciones ¿o quizás no les interesa evitarlas?

Estas águilas del marketing pensaban financiar una parte con el aumento de tráficos portuarios, pero resulta ser que ahora están disminuyendo y no se vislumbran nuevas líneas o una diversificación de las mercancías. De paso, también se creían que Bruselas, que iba a financiar buena parte de la obra, lo iba a dar todo por bueno sin auditar la inversión y no ha sido así. Bruselas no está dispuesta a financiar sobrecostes inexplicables ahora que las cuentas no salen ni a martillazos y, claro, no hay dinero. En medio de esta crisis de recursos comienza el reparto de culpas entre los interesados en el gran pelotazo de la ampliación del puerto, es decir, los máximos beneficiarios de la misma.

Basta con ver que el antiguo puerto de El Musel está medio vacío, de la treintena de grúas existentes, sólo se ven en movimiento con cierta regularidad las de descarga de carbón y mineral de hierro y se puede observar que el puerto existente está medio vacío ¿con qué pretenden llenar el futuro súper-puerto?

En el lenguaje portuario se denomina “Hinterland” (la tierra de atrás) aquella zona geográfica que un determinado puerto, por su proximidad, puede llegar a abastecer. Así pues, en teoría, Madrid podría ser Hinterland de Gijón. Podría serlo, claro está, si hubiese unas excelentes comunicaciones ferroviarias con la meseta, una red de autopistas de gran calidad y sin elevados peajes y si El Musel no fuese el puerto más caro de España en materia de atraques y días de plancha (estancia), etc, por lo que todo armador con dos dedos de frente, a la hora de transportar mercancía general seguirá prefiriendo Santander, La Coruña o Bilbao, Y El Musel quedará, como siempre, para mineral de hierro y carbón para Ensidesa-Aceralia-Arcelor-Mittal. ¿Para qué decían que hacía falta gastarse tantos millones? ¿Ah, así que era para un chalet nuevo? Haber empezado por ahí, hombre…

0 comentarios: